Entré queriendo romper sus paredes
ví sus casas blancas y le leí mis poemas.
“Sabés?”, me dijo,
“ amo
el pueblo y me encandilan sus rúas”.
Y recorrí el pueblo siendo noche estrellada,
casas encandiladas,
pupila abierta al asombro,
fulgor buscando balcones y ventanas.
Cuando volví, mil años más tarde, me dijo:
“sabés?,
amo
el pueblo y me encandilan sus rúas”.
Y volví a transitar sus calles buscando su
encandilamiento,
y me
encerré en sus obscuras callejuelas
que enternecen
el cuerpo.
Y después, mil años más tarde,
volví a sus calles estrechas.
Y me dijo:
“sabés?,
amo
el pueblo y me encandilan sus rúas”.
Y volví otra vez a mirar el pueblo,
a los pliegues del pavimento de sus calles,
al dintel
de sus puertas.
Y volví a sus rúas que me volvieron a encandilar.
Y le leí mis mejores poemas mientras recorría
sus rúas.
Y, entonces , me dijo:
“sabés?,¿sabés porqué os amo?porque sois un pueblo
que me enternece el alma"
P-3. Dos Aguas. Amor a un pueblo y a sus rúas. 1ª parte